Introducción Cuando se intenta la estimación electroquímica de la velocidad de corrosión en grandes estructuras, surgen dificultades que no aparecen en las medidas de laboratorio, con pequeños ET, de área conocida, sumergidos en un medio corrosivo cualquiera. La principal dificultad que debe resolverse es la distribución no uniforme de las señales eléctricas en las estructuras reales. La importancia de esta limitación es enorme, dado que los métodos electroquímicos de estimación cuantitativa de la velocidad de corrosión parten de la hipótesis de una distribución uniforme de las señales eléctricas. En la práctica, señal y respuesta se extienden hasta una distancia desconocida en cada caso, desde el pequeño CE utilizado para imponer la señal. La señal disminuye continuamente hasta que desaparece, pero al no poder referir la respuesta del sistema a una superficie determinada, no puede estimarse una velocidad de corrosión.