El santuario de la algaida Excavado entre 1978 y 1984, tras un largo periodo de expoliaciones, se encuentra en el Pinar de La Algaida, al norte de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), en una península de forma alargada que se adentra en las marismas de la desembocadura del Guadalquivir y que, según la reconstrucción paleogeográfica realizada por L. Ménanteau (1982) y los sondeos del equipo Arteaga-Schulz-Roos (1995: 133), en la época estudiada sería una isla en la desembocadura del Guadalquivir, unida luego a tierra firme por la barra arenosa del istmo de Bonanza. El santuario se encuentra a unos doscientos metros del borde del antiguo cauce. En la zona próxima al mismo se halló un pozo cubierto por una pequeña estructura junto a la que apareció un fuste de columna con capitel dórico que R. Corzo (1991: 402) cree votiva, aunque sería necesario un estudio detallado de la misma. De lo excavado[2] (Fig. 1) se puede deducir que el culto se practicaba en un espacio abierto, sin pavimentar, en el que había tres construcciones de entre tres y cinco metros de longitud. Una de ellas, que I. Pérez califica de rectangular, tenía dos dependencias y basamento de guijarros; otra, de forma cuadrada, se caracteriza por sus gruesos muros y en él se hallaron los objetos de bronce de supuesto origen etrusco; por último, hay otro rectangular con tres dependencias, junto al cual se encontró la mayor concentración de cenizas, huesos y ánforas (Pérez 1989: 98). En opinión de su excavador estos edificios habrían servido como «tesoros» a la manera griega, es decir para guardar los exvotos, aunque alguno de ellos pueda haberse usado como vivienda para el o los encargados del culto (2000: 151).[3] En todo caso, la gran mayoría de los hallazgos se producen en esa «plazoleta» sin pavimentar donde aparecen mezclados con cenizas y carbones en un único estrato[4] de entre cincuenta y noventa centímetros de potencia.